A la hora de elaborar un prueba, en mi caso para alumnos de quinto y sexto de primaria, hay que tener en cuenta los criterios de evaluación que el currículum escolar recoge. En las diferentes áreas de conocimiento se especifican con más o menos detalle las habilidades o capacidades que el alumno debe tener en cada ciclo educativo.
A partir de aquí, personalmente, procuro elaborar los ítems en función del contenido que se ha trabajado y teniendo de referencia el criterio de evaluación curricular correspondiente. En cada competencia predominan un tipo de preguntas sobre otras.
En competencia matemática, las preguntas más habituales suelen ser:
Partir de un estímulo que pueda generar varias preguntas, en formato de resolución de problemas, que generalmente serán de respuesta abierta dónde el alumno deberá realizar el procedimiento y escribir la solución.
A modo de ejemplo, algunos de los estímulos más habituales son:
- El sistema monetario planteado en contextos de tiendas y centros comerciales con situaciones reales.
-Áreas y perímetros planteados en situaciones de construcción y elementos reales.
En competencia lingüística, las preguntas más habituales son muy variadas.
En primer lugar, hay que decir que cada una de las pruebas de lengua están estructuradas en cuatro bloques: comprensión oral, comprensión lectora, expresión escrita y conocimiento de la lengua.
Para poner un ejemplo, nos centraremos en la comprensión lectora dónde las preguntas combinan ítems cerrados de opción múltiple con otros ítems abiertos de respuesta corta y elaborada. Para concretar más, para un texto literario de unas trescientas palabras suelo preparar entre seis y ocho preguntas de comprensión que tienen como objetivo analizar tres procesos cognitivos:
- Localización explícita de información. El 50% de las preguntas, combinando preguntas de opción múltiple con otras de respuesta corta.
- Interpretación implícita de información e inferencias. Entre el 50 y el 30%, combinando preguntas de opción múltiple con otras de respuesta corta.
- Reflexión sobre el contenido y la forma del texto. Hasta un 20 % de las preguntas, siempre mediante cuestiones abiertas y de respuesta elaborada.
Por otra parte, las preguntas que procuro evitar son aquellas que tengan un caràcter demasiado abierto y ambiguo, y el mismo enunciado permita varios tipos de respuesta. Una pregunta excesivamente abierta dificultaría la corrección de la misma y al mismo tiempo, relativizaría la evaluación de los criterios de evaluación del currículum, que siempre hay que tener como referente.
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